
El Covid-19 y su impacto en los negocios inmobiliarios de la región

Más allá de las características del mercado de real estate de cada país, la pandemia empezó a acentuar ciertas tendencias que comienzan a expresarse en toda la región.
Por supuesto, en un contexto en el que la vivienda se convirtió en el espacio en el que más tiempo pasamos, la búsqueda de metros al aire libre es uno de los elementos más demandados, pero también surgen pedidos desde sectores sociales, como los de medios y bajos ingresos. A esto se agrega el uso de tecnología como otra tendencia, pues ésta se vuelve esencial en todo el proceso de la venta, desde los tours virtuales hasta la tímida demanda de poder escriturar digitalmente. Todos estos temas son los que los expertos pusieron sobre la mesa durante el evento Real Estate. Real Evolution. “Reinventando la industria inmobiliaria”, organizado por Navent, compañía propietaria de Zonaprop. La plataforma que esta semana también presentó una encuesta que determinó que el 62% de los argentinos consultados reconoció que debería vender su propiedad para poder concretar una compra. El relevamiento tuvo respuestas similares en México, Perú, Panamá, los otros tres países de la región en la que se realizó. Situación diferente se produjo en Ecuador, donde solamente el 34,5% de los encuestados respondió que desea cambiar de casa. Con respecto a si al momento de mudarse alquilarían o comprarían, el 56,4% de los usuarios argentinos contestó que compraría, esta misma respuesta se replicó por parte del 71,7% de los peruanos, del 68,1% de los mexicanos, del 62,6% de los ecuatorianos y del 62,9% de los panameños. En promedio la opción de comprar predominó en la región en un 60%.
Al momento de explicar cómo concretarían la compra, en países como Panamá (73,9%), Perú (62%) y México (61,8%) manifestaron que sacarían un crédito hipotecario. Sin embargo, en Argentina (15%) y Ecuador (28,1%), fueron minoría quienes respondieron de ese modo. La mayoría de los argentinos (61,6%) reconoció que primero debería vender su propiedad para concretar una compra, un 19,3% afirmó que compraría con sus ahorros y un 4,3% planteó que invertiría en pozo. En Ecuador, las cifras fueron similares a las argentinas, ya que un 62,8% alegó que antes de comprar debería vender.
Con respecto a la mudanza en sí, los encuestados argentinos ya tienen en mente qué tipo de propiedad quieren. El 42,5% dijo que preferiría un departamento, un 26,9% una casa, el 18,6% un PH, el 9,4% una propiedad en un barrio privado o country y un 2,6% un emprendimiento. En esta línea, si se consulta a los expertos del sector cuál segmento crecerá más en la Argentina, el 29,1% aseguró que será el de casas en barrios privados y countries, el 21% señaló que departamentos con balcón, un 16,1% planteó que los PHs, el 12,9% vaticinó que las propiedades con más m2 y un 12,9% contestó que emprendimientos con amenities.
Sin dudas, hay detalles que las nuevas propiedades deberían tener. Si bien una mayoría de los usuarios argentinos (32,4%) mencionó que no puede faltar un balcón, terraza o patio y un 19,9% planteó la necesidad de contar con jardín.
Favorecer la casa propia
Pero más allá de los cambios que produjo la pandemia hay temas de fondo que también fueron tratados en el seminario como por ejemplo el déficit habitacional, un problema que transversal en América latina, por eso para muchos desarrolladores el futuro tiene buenas perspectivas, pese a los momentos que estamos viviendo. Durante el encuentro virtual Alexandre Frankel, CEO de Vitacon, una desarrolladora brasileña, señaló que el mercado en su país “está totalmente caliente, funcionando al 90%. Incluso, creemos que habrá un segundo semestre muy bueno”.
A esto, se suma la mirada optimista de Byron Mora Ordóñez, gerente general de Bentho Constructora. “Por el confinamiento valoramos mucho más la vivienda, y más aún los que ya tenemos una propia. Sin embargo, vemos una oportunidad en poder llegar a quienes hoy alquilan, creemos que hay que enfocarse en el segmento medio y medio bajo en ingresos, porque ellos son los que tienen más insatisfecha esta necesidad”, relató el empresario ecuatoriano.
Flexibilidad, lo buscado
Este concepto es la clave para el futuro, tal como lo afirmó Frankel. ¿En qué sentido lo dice? “Los jóvenes ya no quieren comprar una casa para toda su vida, no quieren estar en el mismo lugar en los próximos 30 o 40 años. Esto está cambiando, con mucha fuerza e impacta en el consumo. Entonces, los desarrolladores tenemos que entender que estamos haciendo viviendas que no necesariamente las comprarán las personas que vivirán en ellas, sino que las compran inversionistas“, relató el desarrollador de Brasil.
Para esto la solución que hoy está creciendo es Living as a service, que combina tecnología con movilidad en la vivienda. Mediante apps, se pueden alquilar colivings en los que es posible tener un espacio privado, y también compartir áreas públicas. Incluso, para quienes desean estar en los centros de mayor movimiento de las ciudades, podrán aumentarse los departamentos de menos metros cuadrados que son complementados con amenities como coworkings, gimnasios, spa y que estas áreas sean el valor agregado del edificio.
Datos y tecnología
¿Cómo ven el futuro del sector? Hay dos conceptos que se ponen por delante: experiencia de compra y datos. Y, conjugados, pueden generar nuevas alternativas de servicios. “Los datos son fundamentales y tenemos que aprender a usarlos. Quien los analiza bien puede saber dónde quiere vivir la persona, cuánto puede pagar, qué tipo de financiamiento necesitará y hasta cuánto tiempo quiere estar ahí“, señala el CEO de Vitacon.
Al mismo tiempo, los desarrolladores remarcan la importancia de trabajar sobre la experiencia del consumidor, pues es la compra más importante de la vida de la mayor parte de las personas. En este sentido, la tecnología ya ha demostrado cómo colabora con tours virtuales, poder reservar con apenas unos clicks y hasta se espera que en breve se pueda escriturar a distancia.
En un clima tan incierto, muchos inversores se preguntan si los ladrillos son un negocio conveniente. “El inmueble siempre se defendió bien en las crisis e incluso se recuperó a una velocidad mayor de lo que se esperaba, por eso sabemos que es un lugar seguro”, analizó Martín Boquete, director de Toribio Achával y agregó: “si la vivienda está en una ciudad con variedad de industrias ese valor está todavía más asegurado. Incluso, es momento para invertir en pozo, en productos que demuestren solidez financiera, o buscar precio en los usados“.
Fuente: La Nación