Significativo repunte de la construcción en marzo: subió 10,8%
Es el primer índice positivo en los últimos 14 meses; fuerte impacto de la obra pública; el dólar planchado y las altas tasas contienen todavía al sector privado.
Por primera vez en 14 meses, la construcción mostró un crecimiento positivo frente al mismo mes del año pasado. Pero la novedad es que, impulsada por el significativo aporte del Estado desde la obra pública y la ayuda de una base de comparación estadística baja, la expansión del sector fue en marzo de 10,8 por ciento.
Pero no todas son buenas noticias. Un dato no menor empaña la tendencia positiva que empieza a ver el sector: la venta de cemento a granel supera con creces a la comercialización de bolsas de ese insumo. Traducido: el 75% del sector de la construcción -las obras privadas- no tiene aún el dinamismo que adquirió la obra pública.
Varios especialistas consultados por LA NACION tienen una explicación para el efecto de contención entre los empresarios. Pese al acuerdo para mejorar la competitividad firmado en abril, un dólar planchado y tasas elevadas no ayudan para hacer atractivos los negocios en el sector ni ahora ni en el futuro cercano.
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Algunos, no obstante, confían en que la marea de créditos indexados por inflación (con UVA) comience a generar una demanda que empuje la construcción privada. Sin embargo, las expectativas entre los empresarios son superiores entre aquellos que esperan un repunte más rápido de la obra pública, según el Indec.
El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) difundido ayer por el instituto estadístico reflejó en marzo un aumento de 10,8% en la medida interanual. Gracias a esa importante expansión logró superar un primer bimestre negativo y acumular en el primer trimestre un alza de 1,8% frente al mismo período del año pasado.
“Es un muy buen número”, señaló Ricardo Delgado, subsecretario de Coordinación de la Obra Pública Federal del Ministerio del Interior. “Salvo sanitarios y ladrillos huecos suben todos los insumos, y en el primer trimestre el empleo en la construcción subió no menos de 17.000 personas, por lo que ya se recuperaron dos tercios de la caída de 60.000 puestos desde junio de 2015”, dijo.
Según datos del Indec, en febrero se registraron 411.934 empleos en la construcción, un 0,8% más que en enero. Desde agosto, el mercado laboral crece en este sector (salvo en diciembre cuando, por la estacionalidad habitual, cayó un 2,1% en la medida mensual).
La superficie cubierta autorizada por los permisos de edificación, una medida del mercado privado, tuvo un alza interanual de 3,5%. Aún muestra indicadores heterogéneos. En la medida mensual, en tanto, la suba fue de 40,5 por ciento.
Como indicó Delgado, los insumos -sobre todo aquellos ligados a la obra pública- mostraron fuertes avances en el mes con relación al mismo período del año pasado. El asfalto (vialidad) creció un 85,5%. Otros que subieron fueron: el cemento portland (16%), hierro redondo para hormigón (31,2%), pinturas para la construcción (6,8%), pisos y revestimientos cerámicos (0,3%) y placas de yeso (10,2 por ciento).
“Claramente es la obra pública la que está pujante”, indicó Gabriel Zelpo, director de la consultora privada Elypsys. “El gran tema es el actual escenario de dólar bajo y tasas elevadas. Es un combo muy malo para la construcción privada”, afirmó el economista. La explicación es sencilla: los precios de los metros cuadrados construidos están en dólares (que no se actualiza) y los costos de construcción están en pesos (subieron más de un 30% el año pasado siguiendo a la altísima inflación). La ecuación de rentabilidad (en la jerga, el llamado “ratio q”) hoy no es buena para la mayoría.
“Lo que arrancó, está clarísimo, es la obra pública”, coincidió con el diagnóstico Lorenzo Sigaut Gravina, director de la consultora privada Ecolatina. El economista ratificó los problemas de costos e inflación para la construcción privada. “Además hoy como empresa no tenés mucho incentivo a invertir. Si tenés algo de excedente lo ponés en una Lebac al 2% mensual”, explicó.
“Lo que sigue funcionando entre los privados es el segmento premium, ya que aunque el costo aumente un 50%, la venta de metros cuadrados se hace a valores mucho más caros. Ahora esto es lo único que sobrevive. Es lo mismo que ocurría en tiempos del cepo. El clima no alcanza aún para reactivar todo lo privado”, concluyó Sigaut Gravina.
“Va a haber mucho movimiento en el sector privado”, vaticinó, en tanto, Delgado. “El cambio que se proyecta es estructural”, señaló el funcionario. El Gobierno anunció a comienzos de abril un acuerdo para construir 100.000 viviendas para la clase media, mejorar la competitividad empresaria y la productividad de los trabajadores. A eso se apuesta.
Fuente: La Nación